Mi sueño de ser artista y lo que la pintura me enseñó
- soledadreina
- 24 jun
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 29 sept
Un inicio inesperado en el arte
Nunca me propuse ser artista. Al menos, no de forma consciente. Empecé a pintar en un momento en que necesitaba ocupar mi mente en algo que no fuese mi propia realidad. A veces, el arte llega cuando más lo necesitamos.
Al principio fueron paisajes, trazos sencillos que me permitían respirar y desconectar. Cada cuadro era un refugio. Sin darme cuenta, ese tiempo frente al lienzo se convirtió en un espacio propio, un rincón de calma en medio del ruido.
El descubrimiento de la pintura fluida
Después, descubrí la pintura fluida. Y ahí empezó a cambiar todo. Ver cómo los colores fluían libremente, cómo se mezclaban y creaban formas inesperadas, me abrió un mundo nuevo. Dejé de querer controlar. Empecé a disfrutar del proceso, de la magia que ocurre cuando el material también tiene su propia voz.
El poder de las tintas al alcohol
Más tarde llegaron las tintas al alcohol. Ligereza, transparencia, movimiento. Cada mezcla era un pequeño milagro. Aprendí a dejarme llevar, a soltar la necesidad de perfección. Y con ello, descubrí otra forma de vivir: más abierta, más conectada con el presente.
La conexión con la resina
Pero fue con la resina cuando sentí, por primera vez, que había encontrado mi verdadero lenguaje. El brillo, la profundidad, las capas que esconden secretos… la resina me enseñó que la belleza se construye poco a poco, capa a capa, como la vida misma. Me regaló un espacio en el que confiar sin filtros.
El arte como refugio y celebración
Un día, casi sin darme cuenta, mi arte empezó a acompañarme. Mi estudio estaba lleno de obras que hablaban por mí. Comprendí que ser artista no es un título que se da, es un camino que se recorre, un espacio en el que te permites ser, soltar y no dejar de crear.
Hoy sigo creando desde ese mismo impulso. No para escapar de la realidad, sino para celebrarla. Para recordarme —y recordar a quienes contemplen mis obras— que la belleza, la fuerza y la magia están mucho más cerca de lo que pensamos. Este sueño que empezó como un refugio, hoy es mi forma de estar en el mundo. Y si alguna de mis piezas logra tocar el corazón de alguien, entonces todo habrá tenido sentido.
Comentarios