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Desde el Faro de las Sirenas: cuando un paisaje se convierte en arte

Actualizado: hace 6 días

A veces, un viaje que no esperas se convierte en una fuente inesperada de inspiración.


Hace poco tuve que viajar a Almería por motivos médicos y de salud. No era un viaje planeado, ni tampoco sencillo, pero a veces la vida te coloca en lugares que te regalan una nueva mirada.

Almería, con su luz y su costa infinita, me atrapó desde el primer momento. Y, en especial, un rincón que me marcó profundamente: el Cabo de Gata.


Desde el Faro de las Sirenas, contemplé uno de los paisajes marinos más bellos que he visto jamás. El mar, profundo y cambiante. Las rocas, doradas y desgastadas por el tiempo. La espuma blanca rompiendo suavemente contra los relieves. Una escena que no podía dejar pasar.


Quise llevarme ese instante conmigo, no solo en la memoria, sino en una de mis obras.

Desde el Faro de las Sirenas: cuando un paisaje se convierte en arte
Desde el Faro de las Sirenas: cuando un paisaje se convierte en arte

Así nació el cuadro Desde el Faro de las Sirenas.

Trabajé con resina epoxi y pasta de textura para recrear las rocas, dándoles el volumen y la fuerza que sentí al verlas en persona. Para el mar, mezclé pigmentos verdosos y azules, buscando ese efecto de profundidad cambiante que el agua mostraba con cada ola.


Y un pequeño truco: utilicé algodón para recrear la espuma que se quedaba atrapada entre las rocas más bajas, aportando realismo y movimiento a la escena.

El resultado es un cuadro que, para mí, captura la armonía y la perspectiva de aquel lugar mágico. No es solo una imagen: es el recuerdo de un momento especial, de un mar que me habló y de una belleza colateral que quise compartir a través de mi arte.


Así es como muchas de mis obras nacen: de lo que veo, de lo que siento, de lo que me conmueve en un instante de la vida.


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